Ellos también merecen amor
Hogar de Ancianos: Dr Mario Muñoz Monroy |
El regalo de ser testigos de milagros que se hacen realidad, de compartir con ellos la alegría en esa etapa de su vida y la gratitud de los abuelitos, es una de las mayores recompensas para los especialistas que laboran en estos centros.
El Hogar de Ancianos de la ciudad de Matanzas, Dr Mario Muñoz Monroy, brinda, al igual que otras diez instituciones de la provincia, atención especial a casos sociales que no cuentan con atención familiar.
Para sus trabajadores constituye un oficio de mucho sacrificio, pero a la vez uno de los más bellos. Y para quienes viven allí resulta una bendición haber llegado a la institución.
“Yo me siento muy bien aquí. Antes bebía mucho y gracias a la ayuda que me brindaron los compañeros de este centro, logré recuperarme. Mi vida es muy tranquila, paseo por los alrededores, tengo muchos compañeros y eso me hace ser más feliz cada día”, comenta Benito García Castro, anciano interno.
El hecho de que las condiciones pueden mejorar aun más, constituye una realidad. Sin embargo las que existen actualmente permiten a ancianos internos y semi-internos encontrar un hogar en compañía de otros abuelos, que además les garantiza alimentación, asistencia médica entre otros beneficios que ofrecen estas entidades.
“Todo aquí es especial. Los médicos y enfermeras son muy buenos y la comida ha mejorado mucho. Nosotros pagamos dos pesos en moneda nacional (MN) diariamente, y contamos con medicinas, ropa, zapatos y una sana alimentación. Tenemos de todo y con solo 60 pesos MN no se puede pedir mucho más”, refiere Ismael González Sánchez, anciano interno.
Llegar a la tercera edad trae consigo una mayor dedicación por parte de familiares. Todos no cuentan con ellos por una razón u otra, pero sí con instituciones y especialistas que ofrecen sus cuidados para recibir a cambio el reconocimiento social por su trabajo y esa valiosa sonrisa de gratitud de quienes no tienen nada más que dar.
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